Denuncia pública de acoso sexual
contra Pedro Martínez Estrada, Presidente de la Casa de Coahuila
Mi nombre es Leslie Rocío Cano García, originaria de Saltillo, Coahuila. Residente en el Distrito Federal, estudiante de escasos recursos del sexto trimestre de la carrera de Antropología Social en la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, y presento esta carta con el objetivo de denunciar públicamente la forma corrupta e inmoral con que se conduce el Sr. Pedro Martínez Estrada, Presidente de la “Casa de Coahuila, A.C”, aprovechándose de su puesto y lugar en la escala social.
El pasado martes 28 de junio del 2011, acudí a la Casa de Coahuila, ubicada en Prolongación Xicoténcatl No. 10, Col. San Diego Churubusco, Delegación Coyoacán en el Distrito Federal, buscando quien me informara sobre becas o alguna ayuda económica del Gobierno de Coahuila para poder continuar con mis estudios aquí en la capital del país.
La persona que cuida la casa, de nombre Salvador, se ofreció al día siguiente, miércoles 29, presentarme con el presidente de la asociación, Sr. Pedro Martínez Estrada, anunciándome que él podría ayudarme, o al menos darme empleo en los banquetes y fiestas que organiza la Casa de Coahuila. Al día siguiente me presenté, y al parecer en la Casa de Coahuila los miércoles se reúnen vecinos y coahuilenses a comer en el restaurante de la casa. Al presentarme el Sr. Pedro Martínez me ofreció que comiera.
Para no parecer inoportuna le presenté mi caso de manera general, haciéndole de su conocimiento de dónde provengo, qué y en dónde estudio, y mis datos personales. Alrededor de las ocho de la noche el señor Pedro Martínez se ofreció llevarme al metro en la calzada de Tlalpan, y acepté para tener más tiempo y poder explicarle la situación por la que acudí a la Casa de Coahuila esperando obtener información sobre una beca, pues en el ayuntamiento de Saltillo me dijeron que sería difícil una beca porque resido en el Distrito Federal, y las becas son para quienes viven en Saltillo.
Pedro Martínez me dijo que ellos no reciben dinero del gobierno del Estado, y el dinero que obtienen para mantener la casa proviene de las fiestas y el restaurante que manejan, sin embargo me dijo que me ayudaría con algo de dinero, pero no especificó la cantidad.
Al momento de despedirme, cuando llegamos a la estación del metro Viaducto, el Sr. Pedro Martínez Estrada giró la cabeza (él iba de piloto y yo de copiloto) y me pidió un beso en la boca, sorprendida le dije: ¿cómo cree?, y mientras me alejaba incredula me dijo: “que haya más es problema tuyo no mío”, refiriéndose a que si había más contacto físico de mi parte habría también más dinero de la suya.
Dejo a los lectores las conclusiones, pero quiero dejar constancia que el trato humillante del que Pedro Martínez Estrada me hizo objeto es detestable, porque lo único que le pedí fue información sobre becas, para ayudarme a continuar mis estudios. También responsabilizo al Sr. Pedro Martínez Estrada de cualquier represalia que padezca por considerar que la verdad debe salir a flote, y esta denuncia pública es parte fundamental de ello.
Atentamente:
Leslie Rocío Cano García.
México, D. F., julio de 2011.
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